A escasos 15 minutos a pie o, si lo prefieres, 5 minutos en coche de nuestro restaurante, se encuentra el puerto de Jávea, todo un emblema del municipio y testigo de lujo de los diversos avatares históricos y las numerosas culturas que han pasado por nuestra localidad.
El puerto de Jávea se sitúa al pie del pronunciado acantilado sobre el que se alza el cabo de San Antonio, en un espacio que ocupa unos 200 metros de longitud. Esta privilegiada ubicación le ofrece una sólida protección interna frente a oleajes y mareas, a excepción de la suave corriente que se forma cuando el viento sopla desde el Este.
Orígenes e historia del puerto
Los primeros vestigios de actividad en la zona del puerto se remontan a la época romana, en la que se empezó a emplear este enclave para el transporte de mercancías y recursos a lo largo y ancho de la costa mediterránea. Sin embargo, no fue hasta los siglos XV y XVI cuando el puerto javiense comenzó a adquirir un cierto protagonismo, que fue aumentando poco a poco a lo largo de las siguientes décadas.
La edad de oro del puerto de Jávea llegó en los siglos XVIII y XIX gracias a la exportación y auge comercial de varios productos de la la región, pero sobre todo y, en especial, de la pasa. De esa época data la construcción de la primera escollera y el primer embarcadero del puerto, así como el establecimiento de los servicios de marina y aduanas.
No obstante, El comercio de la pasa colapsó a finales del siglo XIX, provocando una crisis que influyó negativamente en un puerto que, a partir de entonces, pasó a desarrollar la actividad meramente pesquera que todavía perdura en la actualidad.
Asimismo, el auge del turismo a partir de mediados del pasado siglo llevó a la creación y desarrollo del club náutico y el puerto deportivo del municipio, cuyas instalaciones han ido remodelándose con el paso del tiempo para adaptarse a las necesidades actuales.
El puerto de Jávea hoy
En la actualidad, el puerto de Jávea es todo un referente de la Costa Blanca para embarcaciones de crucero cuyos tripulantes eligen el cabo de San Antonio como lugar de partida, descanso o destino de sus planes de navegación.
En su interior, barcos pesqueros y de recreo conviven perfectamente en una zona que se ha convertido en todo un atractivo turístico por su encomiable mezcla de historia y modernidad. Y es que el puerto ha sabido conservar su histórico encanto y, al mismo tiempo, adaptarse a las demandas de los visitantes.
De esta forma, las antiguas casas de pescadores y las calles empedradas del barrio marinero acogen un selecto grupo de locales y comercios frente al mar, formando una exótica y fascinante atmósfera para el recreo de grandes y pequeños.
Asimismo, el puerto también ofrece un amplio abanico de actividades náuticas y marítimas para todos los gustos: kayac, buceo, submarinismo, pádel surf, vela, motos y bicis de agua, excursiones en barco y un sinfín de opciones más para los amantes del turismo activo en el mar.
Una de las actividades más novedosas es la posibilidad de disfrutar de un día en un barco de pesca, una actividad de pesca-turismo en la que puedes convertirte en pescador por un día viviendo una auténtica jornada de mar a bordo una embarcación de pesca profesional.
La subasta del pescado: del mar a tu mesa
Por último, no podemos olvidarnos del que, sin duda, es uno de los principales reclamos del puerto: la tradicional subasta del pescado que todas las tardes, de lunes a viernes, se celebra en la lonja. A partir de las 16:00, todo aquel que quiera puede ver cómo se venden al mejor postor los pescados y mariscos que logran capturar la veintena de embarcaciones que salen cada día a faenar.
La entrada es libre, gratuita y recomendable para todo el mundo, ya que se trata de una experiencia muy didáctica que ayuda a empaparse de la cultura marinera en general y de Jávea en particular.
Además, ¿te contamos un secreto? Ese mismo pescado fresco y de primera calidad que verás en la subasta… es precisamente el que empleamos en nuestro restaurante para deleitarte con nuestras tapas, raciones, platos y menús.